Una 'chicotá' de fino, un 'capirote' de Pale Cream, una 'penitencia' de vino dulce y un 'cofrade' rojo como de la Rioja. Son las bebidas que estos días causan furor en Córdoba, gracias a la idea de la vinoteca Piconera Vinos de instaurar la I Ruta del Vino y la Tapa Cofrade, en la que participan hasta 13 establecimientos hosteleros de la capital cordobesa.
Se trata de una singular iniciativa, que finaliza este domingo, para hacer el 'cuerpo' a la Semana de Pasión, que rinde homenaje a la gastronomía de la Semana Santa cordobesa y a los vinos típicos de la tierra, los Montilla-Moriles y en la que participan trece establecimientos.
Según ha explicado a ELMUNDO.es de Andalucía, la organizadora de esta iniciativa, la sumiller Mara de Miguel, "estos vinos, por sus características, son muy adecuados para el tipo de comida que se ofrece en Semana Santa, ya que suelen ser platos de cuchara donde no faltan los pescados. La combinación, por tanto, es "muy acertada".
Lo único que desvela Mara de Miguel es que todas las tapas están montadas de forma especial para justificar su nombre. Como curiosidad, en el caso de 'Al cielo con ella', los camareros tienen que hacer sonar un llamador tres veces cuando la sirvan y decir su nombre como paso previo a que el comensal la pueda consumir.En cuanto a los vinos Montilla-Moriles, éstos han sido etiquetados también de manera distinta para formar parte de la ruta. En cada botella, se han incluido imágenes que corresponden a una exposición cofrade que lleva por título 'De lo humano a lo divino', del autor sevillano Agustín Israel Barrera.
