Abril en Sevilla es un delirio de azahar, farolillos, incienso, lunares, oro, luz, sangre, manzanilla, terciopelo, fuego, sones de guitarra, capirotes y un continuo fluir de volantes, es reclamo de espiritualidad frente a formas concupiscibles. El lado sensible del yo, frente a la fe, haciéndose de razón en ese crisol de ilusiones emergente. Es ese paso de cronos, empapado de tradición que se eleva a la modernidad con el empuje siempre constante y pesado y cíclico del tic tac del reloj. Hay que dilatar el umbral de la sensibilidad, suspender prejuicios, dejarse llevar por los sentidos.
El Proyecto Abril parte de las tradiciones populares religiosas y profanas de Sevilla, y la dualidad que se genera entra éstas, propiciando cuestionarse los modelos de fe que encontramos en nuestra sociedad.
Por un lado nos encontramos con la semana Santa, misticismo, recogimiento, silencio, incienso, tambor y capirotes.
Por otro la feria, alegría, cante, baile lunares , fino. Albero y farolillos
Sin duda cercanos en los planteamientos festivos del sevillano como cercanos están en el tiempo. En el transcurso de un mes tienen lugar en la capital andaluza la celebración de la Feria y de la Semana Santa. Y las dos se viven con la misma intensidad, siendo de índole absolutamente opuesta.
Es por ello por lo que mis planteamientos se basan en la mezcla de Dentro de este estudio festivo social sevillano, se han ido derivando diferentes vias alternativas de trabajo, como la Pasión española, Fútbol - Fiesta se unen con la misma intensidad, o la Vía Penitencias, en la que la mujer se cubre con su hábito de nazareno y elementos de máxima feminidad como zapatos de tacón o medias
Los iconos principales de estos eventos en la misma obra la dualidad semana santa-feria se transforma en Abril.
Abril es la estética festiva común, Abril es el entendimiento de la mezcolanza festiva, Abril es Sevilla.
la muestra permenecerá abierta hasta el próximo 19 de Mayo de 2009
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